lunes, 25 de enero de 2010

Mi vestuario Negro


y aun no empezaba a llover... eran dias calidos, a pesar del crudo otoño que ya habia azotado a la ciudad con sus burdeos y sus amarillos, con su desnudez impavida ante los arboles viejos, ante el suelo razo donde nacia el musgo verdeoscuro... no se sentia aquel frio tenebroso (menos aquel aliento polar...) solo se sentia una suave brisa; como si el mismo Dios quisiese darnos una ultima tiza de verano en la plena inconcecuencia de las cosas... esperaba, como siempre, que alguna micro me llevase al centro de valparaiso... para comprar pan, para comprar vida... las horas largas como piernas de capuz, me llenaban de gana y de deseo por alejarme rapido de mi actual posicion... era incomodo esperar la micro mientras sentias aromas a pasta base (el malpasar de mi nariz hacia que lo costoabdominal fuese un suplicio de angustia vieja y usada...)tener que caminar tampoco era una opcion saludable... corria briza tibia, si; pero venia del norte (y viento norte en la playa sólo significa una cosa... tormenta proxima)aun que el clima indicaba indicios de algo macabro en el cielo, no podia dejar de preguntar que significaba aquela brisa suave y gentil... seria acaso alguna paria burlona de los recuerdos del verano? o tal vez serian cualquier otra cosa.. pero, la lastima que sentia por el malhabido recuerdo del verano aun atormentaba mi pensar...-. Tio .- dije -. me lleva hasta el pagano .- aun siendo este un punto de encuentro para la mayoria de mis amigos y yo (no por disfrutar su poco sano sentido de diversion, mas parecido a eso seria un poco la perversidad que encerraban sus paredes subteráneas... llenas de recuerdos pecaminosos de amantes fugaces y de extrañas sustancias duras quimicas).-. subete por atras, y si se sube el que revisa los pasajes te baja´i altiro .- diciendo esto cerro la puerta frontal del trolley y abrio la posterior.
subime al trolley sintiendo una extraña sensacion en la nuca... como si el viento me llenase de brisa salina que daña la piel... aquel aroma en el aire... aquel maldito aroma alquimico que no deja respirar a las sirenas ni a las valkirias...subime al trolley sin pensar en el destino... solo sabia que debia llegar...
...
me baje... caminé y caminé sin rumbo.. sólo mis piernas conocian el destino... seguía caminando... me dolian los pies quemados por tanto roce cuerino y viril...
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miraba el mar... miraba el azul en contraste con el azul profundo... el cielo y el cielo nocturno... dehambulaba sobre las rocas y, salpicado de sal y lagrimas marinas, decidi lanzarme sin pensar... lanzarme sin dudar de muertes o dudar de vidas, de compromisos y de cuentas, de amores y desamores... grite tu nombre fuerte antes de azotar mi testa sobre las rocas afiladas...
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no sentia nada...no era... mi existencia sublime y pasajera dejo el bus donde andabamos... dejo un camino lleno de dolor, lleno de aventuras nocturnas en tus sabanas y en mi piel, como caminos curtidos de sangre y arena... sólo el mar sabia de aquel dolor, solo las olas podian ahogar tal dolor con su solucion salina y su acuoso martirio... ese sabor a sangre, lo recuerdas?... ese savor a hiel en la punta de la lengua (casi gastrico, casi viseral).... aquel silencio producido por sirenas danzantes y luces parpadeantes... no logro ver nada... sólo siento mi cuerpo mojado, mis ropajes humedos y mis manos tiezas... mi cuerpo paralelo a ramajes verdes blandos y grices matices en el agua... sabor a petróleo y a anis...
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no despierto... sólo duermo... no hay mas historias que contar... me veo encajonado de blanco y vestido de negro... con mi cara cubierta con careta fina y paños en mi cuerpo... siento el sabor metalico de la descomposicion mecanica (aquel proceso cruel de envejecer sin haber vivido...)
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no veo más...